El hombre más (des)afortunado

En un frío enero de 1962, un profesor de música croata llamado Frane Selak
viajaba de Sarajevo a Dubrovnik en tren. Bueno, ahí es donde pensaba que iba.
Poco se olía que iba a comenzar una extraña odisea de 40 años marcada por
accidentes raros y experiencias cercanas a la muerte.

El tren que llevaba a Selak en 1962, descarriló inexplicablemente y
cayó en un río helado, matando a 17 pasajeros. Selak consiguió nadar hasta la
orilla, sufriendo hipotermia, shock, cardenales y un brazo roto, pero muy
contento de seguir con vida.

Un año más tarde, Selak estaba en un avión volando de Zagreb a Rijeka
cuando una puerta del mismo fue arrancada por el viento, de tal manera que Selak
fue absorbido por el exterior. Unos minutos después el avión se estrelló; 19
personas murieron. Selak se despertó en un hospital, había sido encontrado en un
montón de heno y sólo tenía heridas leves.

En 1966 iba en un autobús que se salió de la carretera y cayó a un río.
Cuatro personas murieron, pero no Selak, el cual sufrió sólo heridas
menores.

En 1970 iba conduciendo cuando su coche salió ardiendo. Consiguió parar
y salir del coche justo antes de que el depósito de combustible explotara,
haciendo que el coche fuera devorado por las llamas.

En 1973, un surtidor de gasolina defectuoso derramó gasolina encima del
motor de otro coche de Selak, haciendo saltar llamas de los conductos de aire.
Su única herida: perdió casi todo su pelo. Sus amigos empezaron a llamarlo
’suertudo’.

En 1995 fue atropellado por un autobús en Zagreb, pero sólo recibió
heridas superficiales.

En 1996 estaba conduciendo por una carretera de montaña, cuando al
girar una esquina vio un camión que iba directo hacia él. Lanzó el coche a
través del quitamiedos, saltó del coche, aterrizó en un árbol y vio su coche
explotar 300 pies más abajo.

¿Cómo termina la historia de Frank Selak? Con suerte, por supuesto.
En junio del 2003, con 74 años, Selak compra su primer boleto de lotería en
40 años, y gana más de 1 millón de dólares. ‘Ahora voy a disfrutar de mi vida’,
dijo, ‘Siento como si hubiera renacido. Supe que dios me había estado cuidando
todos estos años.’ Le dijo a los periodistas que planeaba comprarse una casa, un
coche y una lancha motora, además de casarse con su novia. (Había estado casado
cuatro veces anteriormente, sobre lo cual dijo ‘Mis matrimonios también fueron
desastres’.

En 2004 Selak fue contratado para un anuncio australiano de Doritos.
Primero aceptó el trabajo, pero luego cambió de idea y rehusó volar a Sydney
para la grabación. La razón: no quería poner a prueba su suerte.


Leído vía Digg

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