La hija prostituta

La hija regresa a casa después de años de haberse ido. Llora desconsoladamente, pues sabe que a su familia, muy católica y de misa diaria, no le va a gustar lo que les tiene que decir.
Su padre le pregunta:
- ¿Dónde estuviste tanto tiempo, sin siquiera escribir, desgraciada? ¡No sabes cuanto ha sufrido tu madre!
- Perdón, papá, pero es que me he vuelto prostituta...
- ¿Cómo? ¿Qué? ¡Lárgarte inmediatamente de esta casa! ¡Desvergonzada!, ¡inmoral!, ¡perversa! ¡¡¡mala hija!!! Sabes perfectamente que en nuestra casa somos católicos practicantes, !!!guarra!!!, ¡¡¡que eres una guarraaaa!!!
- Papá, ya me voy... te comprendo. Pensaba que me perdonaríais y venía a regalaros este abrigo de visón y las escrituras de la casa en la Riviera Francesa a Mamá, una cuenta de 500.000 euros para los estudios de mi hermanito y a ti, papito, este Rolex Aniversario con diamantes y un Porsche Carrera TriptonicTurbo del 2004, color negro, que está en la puerta...
- Hijita, ¿En qué dijiste que te has convertido?
- En prostituta, papá.
- ¡Uf! ¡Qué susto!, había entendido ¡Protestante!

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